“84, Charing Cross Road”, de Helen Hanff, es un libro muy fácil de leer y que atrae al lector desde el momento en el que empieza a leerlo. Yo siempre he sido alguien que lee libros en inglés, más que todo porque los libros que leo son escritos por escritores americanos o ingleses. Pero este que me toco leer en español no me ha defraudado. Supongo que era por el tipo de libro, era un libro que contaba una historia muy interesante de forma indirecta. No había narrador y eso deja mucho a la imaginación del lector.
Esta señorita vive 20 años de su vida escribiéndose con gente que no conoce, aprendiendo de ellos, enviándose paquetes y ganando cariño. Creo que lo mejor del libro es ver como Helen aprende mucho de la gente de Marks & Co. Así como los trabajadores de la librería reciben muchos regalos y mucho cariño de la señorita. Este intercambio de cariño entre personas que nunca se conocieron crea un ambiente en el libro que atrapa al lector.
Todo comienza como un simple negocio, un pedido de libros, y termina como una gran amistad. Todo lo que hizo Frank por ella, ella le agradeció de la manera que ella podía. Enviando paquetes con comida o pequeños regalos; ellos trataban de enviarle cosas también, recetas y regalos. Lo mejor era que ella sabia que en Londres había una crisis económica después de la guerra y por eso les enviaba lo que ellos necesitaban. La compañía siempre intentaba encontrar todos los libros que la señorita Hanff quería y creo que este interés por complacer a alguien que no se conoce existe en pocas personas.
Creo que el libro en si, ayuda mucho a la gente a entender la escritura y a aprender como escribir bien. Pues la señorita Hanff era una persona de muy escasos recursos, americana y viviendo sola en Nueva York. Los ingleses siempre han escrito mejor que los americanos y en este libro se nota. Las cartas escritas por Helen no se comparaban a las cartas que la gente de Marks & Co. Enviaba como respuesta. Las cartas de la compañía estaban mejor escritas, mejor estructuradas y usaban un mejor lenguaje. Mientras que las cartas escritas por la señorita Hanff eran siempre escritas de forma diferente, como a ella le apeteciera en el momento, sin ningún profesionalismo. Hay que aprender a escribir bien siempre y asi atraer mejor a la persona a la que se le escribe.
Recomendaría el libro a personas que les apasione la imaginación de podes entender las historias desde un punto de vista diferente. Sin narrador es difícil seguir el hilo de la situación. Con un poco de imaginación se puede entender muy bien esta historia y disfrutarla.
Por: Gerardo Barbier
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